Skipe, ese es mi apodo, mi aka, mi chapa en este mundo de la gráfica siento que mi sobrenombre es mi cara, lo que quiero que vean, soy ajeno a toda vanidad o ego que esto pueda producir, en este mundo solo quiero mostrar mi capacidad de transformar letras en imágenes sonidos en colores pensamientos en animaciones conceptos en tatuajes y así hacer del dibujo un lenguaje, el lenguaje de los desadaptados, esos desadaptados que aman rayar su nombre en los techos más altos o dejar su diseño en las vallas más visibles o pegar stickers y paste ups por doquier, de los enamorados de la imagen que se fijan en el más mínimo cambio que hay en ella para así conversarlo con sus más allegados, con aquellos que comparten sus gustos y sus pasiones, ya sea por la música que va a más de 160 beats por minuto o por esos trow ups que decoran la fría, dura, pero siempre benevolente Bogotá, esa Bacatá que nos inspira que para mí es una meca de ideas una nueva york muy criolla donde converge gente de todos lados para aportar a su cultura y su muy singular estética permeada por todo lo ya mencionado, por eso creo que Bogotá o Bacatá es un espacio propicio para crecer en torno a un medio creativo que hay inspiración y referentes de sobra que skipe como artista gráfico y diseñador se siente absorto por el paisaje urbano y la música de esta ciudad esta ciudad que no reconoce mi cara pero si mi chapa que no reconoce mi voz pero si el trazo de mi squezer que no reconoce mi caminar pero si mis ganas de dejar mi huella en ella.